Canarias es la tercera comunidad autónoma de España, por detrás de Baleares y la Comunidad Valenciana, con mayor compraventa de vivienda a extranjeros. El buen clima que prevalece durante todo el año, el mar y la costa cerca o las condiciones de islas son los motivos que llevan a aquellos que las visitan a decidir adquirir una casa en estos lugares. Esta situación, sin embargo, llega en un momento en el que los ánimos están caldeados. De hecho, este sábado hay una manifestación a favor de otro modelo turístico y con algunos municipios, como Adeje, poniendo coto a la compra de vivienda por parte de los foráneos.

En el Archipiélago, y según el Anuario 2023 de la Estadística Registral Inmobiliaria del Colegio de Registradores de España, la compraventa por parte de extranjeros se ha duplicado en diez años. En Canarias se traduce en más del 10% de todas las que se realizan a nivel nacional por parte de ciudadanos de otros países y el 28,5 % de las viviendas compradas en las Islas en 2023 fueron por parte de estos. Además, refleja que más de la mitad de los compradores han pasado a representar ciudadanos de otras nacionalidades distintas a los habituales emisores de turismo.

Como consecuencia del Brexit y la devaluación de la libra esterlina, los británicos representan un 7% en la actualidad frente al 19% en 2015 aunque esta cifra se está subiendo lentamente; los alemanes, nacionalidad más fiel, ha incrementado un 2% y se sitúan en un 14%; los italianos se mantienen y los belgas han bajado considerablemente.

Santa Cruz de Tenerife, con un 35,73%, es la segunda provincia tras Alicante (43,95%), con mayor peso de compra de vivienda y un precio medio de 189.650 euros. Por su parte, Las Palmas es la séptima con un 22,06% con una cifra de 174.752 euros.

Mercado variado y disperso

Isidro Martín, delegado en Canarias de APEI (Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios) y secretario de la Junta Directiva de FEPECO, asegura que los ingleses son los principales compradores de vivienda en el Archipiélago. "A pesar de que la tendencia ha bajado, lo siguen siendo y los alemanes, que estaban en receso, vuelven poco a poco a adquirir propiedades", afirma.

"A día de hoy hay un mercado variado, ya están comprando americanos, belgas, finlandeses, polacos, noruegos y checos", comenta. Todo ello, añade, sin perder de vista, a los vecinos del país italiano que, en los últimos años, han experimentado un crecimiento en islas como Tenerife o Fuerteventura: "La novedad en el Archipiélago ha sido que llegue este mercado y se asiente con firmeza", destaca.

La motivación por la que compran en las islas es variada y puede radicar en ser parte de Europa, pero con unas condiciones de insularidad y meteorología envidiables. Sin embargo, hay un dato que llama la atención: no todos los compradores buscan sol, playa y costa. Las zonas interiores y de medianías de las islas se están convirtiendo en un atractivo para un sector importante. "Muchos extranjeros vienen con la intencionalidad de integrarse de otra manera porque buscan la tranquilidad y una vida más sosegada.

Importante nivel adquisitivo

Numerosos compradores extranjeros muestran el interés por villas de lujo, viviendas de alto standing o casas por encima de los 500.000 euros. En este sentido, Martín hace alusión a nacionalidades muy concretas: "Ucranianos, polacos y americanos van a por grandes villas, situación que era la moda de los rusos en su momento; los belgas cuentan un alto nivel y compran sobre todo en el Sur de Tenerife y los alemanes lo hacen, también, en Gran Canaria".

En este sentido, y en relación a la golden visa, Martín se muestra a favor de llevar a cabo la medida, pero matizando un requisito que eliminaría: "Yo dejaría comprar una vivienda por un valor superior a 500.000 euros, pero no repartir esa cantidad comprando viviendas pequeñas". Además, agrega que "puede resolver el problema de la vivienda si se elimina este requisito".

La incertidumbre y la protección al canario

La escasez de viviendas que presentan las Islas y la situación límite a la que están llegando muchos canarios, incluso de tener que acondicionar vehículos para vivir y trabajar, choca con un mercado económico con el que no se puede competir. "Vienen con un nivel adquisitivo, claramente superior al nuestro, y no sé qué le vamos a ofrecer porque queda poco producto y penalizamos al canario", esclarece.

"El producto está ahora en zonas del Sur de Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura y, por desgracia, los canarios no pueden disputar económicamente ni ser capaces de comprarlo", concluye.